“No me olvido del olor de mi madre cuando me acercaba a darle un beso”- decía con cariño.
“No soporto ese olor, es entrar al hospital, sentir el olor y recordar todo lo que pasé”
“Este asunto me huele mal”
Son expresiones que utilizamos, que escuchamos, y es que el sentido del olfato está estrechamente relacionado con la memoria.
“Las personas percibimos los olores en un contexto y los dotamos de significado “. (Peter Arnold)
Dice Alejandra Vallejo-Nágera que “el estrés y la ansiedad contribuyen a empequeñecer la enorme importancia que tienen los buenos y malos olores en nuestro sistema emocional, puesto que el olfato es esencial para nuestra supervivencia”. Nos cuenta que los olores producen actividad eléctrica bien concreta en el cerebro.
Pensemos en nuestra vida cotidiana y los olores. Si coges una comida que crees que puede estar en mal estado por la vista o porque sabes que lleva tiempo cocinada, ¿qué haces? ¿La hueles? Si huele mal lo más probable es que te deshagas de ella. Si entras a un lugar que huele mal, probablemente te darás la vuelta. En la antigüedad, los olores desagradables se consideraban desencadenantes de enfermedades. Sin embargo, los agradables aromas se consideraban sanadores.
Annick Le Guérer afirma, “el olor relaciona de manera muy sensitiva el pasado con el ahora”
En un artículo muy interesante de la revista Mente y Cerebro nº 99, Peter Arnold (Universidad Fiedrich Wilhelm de Bonn) nos cuenta: “…los humanos siempre dotan a los olores de significado y contexto. Este efecto es un mecanismo secundario de nuestra evolución natural…los animales pueden oler a sus depredadores para salvar su vida; las feromonas sexuales fomentaban la conservación de la especie. Este tipo de percepción es inconsciente y, en gran parte, biológicamente determinada”.
Otras interpretaciones las aprendemos a través de la experiencia, como la asociación de olores y situaciones, objetos.
http://www.rociojuncopsicologia.com/blog/2018/11/5/perfume-de-coco
Arnold hace un recorrido por culturas pasadas sobre el olfato y los olores, desde el siglo II, cuando Celio Aureliano (médico romano) recomendaba una mezcla de aceite de rosas, vinagre y una secreción glandular de castor contra la epilepsia, hasta el siglo XIX en el que se desarrollaron productos para atenuar o neutralizar los olores aunque lo importante, en ese momento, era la limpieza y no tanto el olor.
Nos cuenta como Stephen Heles (naturalista británico) sostenía que el aire penetraba en los seres vivos influyendo en su salud.
Muchas religiones asociaban y siguen asociando olores agradables con la esfera de lo divino. Si te pregunto que pienses en un olor que te recuerde a Semana Santa seguramente pensarás en el incienso. La resina de este árbol ha sido muy valorada en muchas civilizaciones antiguas. Es mi aceite esencial favorito.
Rousseau (1712-1778) llamó al sentido del olfato “El sentido de la imaginación y de la voluptuosidad”
En el siglo XIX se enalteció el olfato considerándolo de “sentido de la intimidad”
Jean Nöel Hallé (médico higienista 1882-1895) lo definió “el sentido de la conservación”
Según las teorías de Pasteur y Hales, “los miasmas serían el origen principal de las dolencias; además, resultaban inconfundibles por su desagradable olor”
El olor corporal se ha considerado una característica del estatus social a lo largo de la historia.
Ahora hablamos de la Aromaterapia como el uso de aceites esenciales con fines terapéuticos. Descubrí en Internet una empresa que ayuda a otras a promover el bienestar a través de la aromaterapia, de los aceites esenciales. (Aromaterapia Friendly). Su fundadora es Yolanda Del Moral y contaba en una entrevista: “Es importante saber que se fundamenta en una metodología rigurosa, con datos científicos sólidos y confirmados en laboratorio”
La aromaterapia la podemos usar para dolencias leves y comunes, por supuesto manteniendo a los medicamentos para cuando sean realmente necesarios. Eso sí, asegúrate de que esos aceites sean 100% naturales, sin rellenos ni ingredientes artificiales, libre de contaminantes.
Hace unos dos años y medio, tuve la suerte de encontrarme con una exposición completamente sensorial en el Jardín Botánico de Córdoba: EL EFECTO DE LAS FLORES. Sergio Sevilla.
Era una exposición artística con experiencia sensorial. Así mismo estaba descrita.
Contaba Sergio Sevilla que en “varios estudios controlados se ha demostrado que las flores y sus aromas son un poderoso inductor de felicidad en los humanos; que las flores siempre suscitan la sonrisa verdadera” (yo no diría que siempre, si no que se lo pregunten a algunos alérgicos).
Las obras que este artista exponía eran, para mí, sencillas, delicadas, sensoriales. Una de ellas que me llamó la atención se llamaba “Por un tulipán, ocho tulipanes”. Justo me llamó la atención por su sencillez, por los colores ya que se cuenta que cada color de estas flores tiene un significado. Los tulipanes blancos dicen “lo siento.” Aunque esta flor no destaca por su fragancia, en aquella sala se podían oler, porque había algo más que pintura. Había preciosas ánforas de cerámica llenas de algodones impregnados en aceites esenciales. Magnífico. Una de las ánforas se titulaba: ARMONÍA Y BIENESTAR. Sergio contaba que ese preparado tiene el poder de estimular el organismo y aportar una sensación de bienestar general. La mezcla de aceites de esta ánfora contenía:
· Citrus médica limonum (lemon) Peel oil
· Citrus aurantium dulcis(orange) Peel oil
· Pelargonium graneolens (geranium) leaf oil
· Citrus bergamia Peel oil
· Rosmarinus officinalis (Rosemary) leaf oil
· Lavanda officinalis (lavender ) oil
· Cedrus atlántica (cedarwood) bark oil
· Eugenia caryphyllus (clove) flower oil
· Cinnamonum zeylanicum, bark oil
Se me quedó grabada esta exposición por el sentido de la vista y el olfato.
Todo esto me llevó a usar aceites esenciales
Empecé a usarlos de diferentes maneras:
· En un difusor para crear un ambiente agradable en casa. Por ejemplo: incienso, lavanda y limón cuando me siento a escribir.
· Para meditar y relajarme. Me encanta el incienso. Aplico una gota en las palmas de las manos y practico la respiración Nadi Sodhana porque me permite inhalarlo y me resulta muy agradable.
· El aceite de lavanda también ayuda a relajarnos y además, tiene otros beneficios para la piel.
· Para herpes labiales aplico melaleuca. También para enjuagarme la boca de vez en cuando. Una amiga lo mezclaba con agua y se lo rociaba sobre la cabeza de su hija para prevenir los piojos.
· Para resfriados y garganta, mezclo eucalipto y menta, por ejemplo y masajeo la garganta y el pecho.
· Me encanta el aceite de mirra que aplico a la crema facial.
Algunos los aplico directamente en la piel y otros con un aceite portador. Algunos se pueden ingerir. Es importante informarse sobre usos, beneficios y precauciones. Por ejemplo, el aceite de orégano no se debe usar directamente sobre la piel porque irrita. Se debe usar con un aceite portador.
Podemos beneficiarnos de muchos usos, pero te animo a que descubras, a que curiosees si te apetece, si te llama la atención.
Te animo a que respires tu esencia, con la que mas te identifiques y te lleve al estado que busques.
El mundo de la aromaterapia es sensacional.
Texto: Rocío Junco
Ilustración: Inma Junco