“Supongamos que os halláis en el campo, en alguna región elevada y llena de lagos. Echad a andar por cualquier camino, el que os más plazca, y os apuesto diez a uno a que os conducirá cañada abajo, hasta dejaos en un remanso del río. Hay algo mágico en ello. Dejad que el más despistado de los hombres se hunda en sus más profundas ensoñaciones, levantadle sin que se dé cuenta y hacedle caminar: infaliblemente os conducirá al agua, si agua hay en la región. Si alguna vez, en el gran desierto americano, sintierais sed y si en vuestra caravana viajara casualmente un profesor de metafísica, probad ese experimento. Sí; como todo el mundo sabe, la meditación y el agua van unidas para siempre”
(Moby dick. Herman Melville)
Fluye...